Buscando un camino

Hace unos meses, leí una recomendación en la red de redes sobre una lectura. El libro en cuestión se llamaba La Visión Fotográfica. Curso de Fotografía para Jóvenes Fotógrafos escrito por Eduardo Momeñe y sólo puedo decir que por su calidad, debería ser una lectura obligada para todos aquellos que comenzamos en esto de la fotografía.

En este libro, justo al inicio del mismo, el autor afirma como en el proceso de aprendizaje vamos dando tumbos, probando distintos estilos dentro del mundo de la fotografía. Este camino puede ser duro, llegándose a dar el caso de que uno caiga presa del desanimo aparte de su tiempo la fotografía. Por ese motivo nos anima a encontrar nuestro camino en el mundo de la fotografía.

La verdad es que esta, entre otras fue una de las reflexiones que hice inducido por este fotógrafo, y, aquí estoy, en plena búsqueda de mi camino, ya no de manera inconsciente, es decir, haciendo fotos acotando poco a poco mi rango de acción, sino que me veo reflexionando sobre cómo enfocar mis fotografías.

En esto llevo ya varios meses, y ha llegado un punto en el que me siento como si estuviese en una habitación rodeado de puertas, que cada una de ellas llevan a algún camino fotográfico distinto. He cerrado algunas, hay otras que las he dejado entre abiertas, por si en un futuro quiero explorarlas y me quedan un par de ellas en las que tengo especial interés por atravesar. En concreto, me siento cada vez más interesado en la actividad del ser humano, en lo cotidiano, en lo que nos podemos encontrar con lo que tenemos más a mano. Esto, junto con la fotografía de paisaje son los dos temas en los que me quiero centrar en un futuro próximo.

Así pues, es hora de cargar la mochila y salir a recorrer este camino. ¿Queréis acompañarme?