Cuando paseando por la orilla del río Anoia, te encuentras con un chupete cuidadosamente colocado en las ramas de un árbol, no pueden dejar de venirme a la mente motivos que pueden haberlo llevado ahí. ¿Un gesto para que un niño deje de usarlo? ¿Una broma de un hermano mayor travieso? ¿Una señal oculta? ¿O algo que no soy capaz de imaginar?. Si se os ocurre alguna historia, os invito a compartirla con nosotros.
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No le des muchas vueltas, Llorenç. Una posibilidad es que paseando por allí se le haya caido del cochecito y algún "alma caritativa" lo ha encontrado y lo ha dejado a la vista por si retornaba su dueño. Se que no es una historia con historia pero es una posibilidad ;)
ResponderEliminares otra posibilidad, e incluso parece más probable
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