viernes, 11 de marzo de 2011

La experiencia de volver a la película

Más por curiosidad que por otra cosa, recientemente llevo una temporada en la que me apetece echar la vista atrás en la historia y hacer unas cuantas fotografías con una cámara de película.

Mi primer problema ha sido hacerme con una cámara de pelicula. La única que encontré por casa fue una Kodak Instamatic que usa carretes Kodak 126, los cuales dejaron de fabricarse hace un par o tres de años. Aunque en eBay todavia se puede encontrar algún carrete, estos estan ya caducados, lo que no garantiza el resultado. Por este motivo descarté su uso.

Así que el primer paso de la experiencia fue la adquisición de una de estas cámaras. Estuve buscando en eBay distintas opciones, pujando en algunos casos por viejas cámaras, finalmente acabé haciendome con una Olympus 35 RC, una camara telemétrica que monta una óptica de 42mm. de focal y apertura máxima de f2.8.

Con la cámara en mano tocó la siguiente étapa de esta aventura. La película. Primer dilema, ¿blanco y negro o color? Acostumbrado a tomar esta decisión en el procesado de la imagen, se me hizo un tanto extraño realizar la elección. Esto, y tener que seleccionar la sensibilidad de la película de antemano, se me hizo raro, por no estar habituado a ello.

Por desgracia, mi tienda habitual no disponía de pelicula fotografíca, asi que tuve que aprovechar un dia en Barcelona para acercarme a una conocida tienda del centro de la ciudad donde adquirí un rollo de Kodak Portra 160 NC.

Tras pelearme con la carga de la película, soy muy manazas y cargar la cámara me supuso un drama, me dirigí a dar un paseo por el parque fluvial de Can Titó, en Vilanova del Camí. Allí pude constatar que la manera de trabajar con una camara de los años 70 tiene sus peculiaridades. En primer lugar, el hecho de funcionar de modo manual, hace que te tomes más tiempo para tomar una foto. A parte no puedes ir disparando a lo loco, como hacemos a veces en digital, sino que estás limitado a 36 tomas.

A parte de esto, hay cosas más intangibles como el olor de la película, que activan resortes olvidados en mi memoria.

Se que cometí algunos fallos, como dejar la tapa del objetivo puesta y disparar la cámara, o olvidarme del paralaje a la hora de componer la imagen y no guiarme por las marcas de composición de la camara.

Ahora me falta hacer una segunda sesión para terminar el carrete y ver los resultados. Prometo escanear alguna toma y mostrarla en el blog. Por ahora no lo voy a revelar yo, pero en el futuro ...

1 comentario:

  1. Seguirem les teves experiencies. De vegades m'ho he propossat, tinc dos Nikkormat, pero em fa molta mandra.
    Potser finalment m'animaré, ja veurem.
    Disfruta Llorenç.

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